En marzo asoma ya la primavera, tímida, frágil todavía en sus colores y sus vientos suaves. Y marzo también es Mujer, es lucha, coraje, unidad (que no uniformidad), historias silenciosas de sacrificios, de pequeñas victorias, de vidas que creen en unos principios de igualdad, de sueños por un futuro mejor y más justo.
Este año intentan desvirtuar esta conmemoración por algo circunstancial, anecdótico sin que ello suponga que sea trivial. No se trata de salir a las calles o no, sino de que la palabra de las mujeres sea tan potente que dé igual que las calles estén vacías, porque nuestra voz debe resonar desde el agujero más oscuro hasta el satélite más lejano.
Hoy mis alas se despliegan de nuevo libres para llevar un mensaje de esperanza a todas las que nos han precedido, a todas las que siguen peleando con argumentos y no con violencia, con vocación de unir y no para imponer tesis; a todas las que cogerán el testigo de todas las mujeres que han querido vivir sin miedo, que se adhieren a mis alas, ya cargadas de decepciones, culpas y duelos.
Hoy quiero, en palabras de Ida Vitale “descubrir por mí misma otro ser no previsto en el puente de la mirada. Ser humano y mujer, ni más ni menos”. Se trata de sumar divergencias, puntos opuestos, existencias que no tienen nada en común entre sí y que juntas proponen una realidad infinitamente distinta. Tal vez sea eso lo que debamos reivindicar este marzo de mujer, esa suma que nos propone la poeta uruguaya en su poema “Sumas”: «de la esperanza de alguien más el sueño de otro» (de su obra “Reducción del infinito” 2002).
Sumas caballo y caballero son ya dos animales Uno más uno, decimos. Y pensamos: una manzana más una manzana, un vaso más un vaso, siempre cosas iguales. Qué cambio cuando uno más uno sea un puritano más un gamelán, un jazmín más un árabe, una monja y un acantilado, un canto y una máscara, otra vez una guarnición y una doncella, la esperanza de alguien más el sueño de otro. .
No hay como este poema para celebrar El Día Internacional de La Mujer (que deberían de ser todos los días). Me parece un acierto.