La España paralela

¿Futuro?

¿Futuro?

Existe una España que no aparece en las noticias, salvo en muy escasas ocasiones. Hombres y mujeres que se levantan diariamente para cumplir con su trabajo o para intentar buscarlo, que viven de su esfuerzo, de su legítima recompensa. Que no buscan ser protagonistas de nada, pero que necesitan ser partícipes de la construcción de su futuro. Que son de derechas y de izquierdas, que son creyentes y ateos, que son trabajadores y empresarios… Que persiguen sus sueños sin pisotear los de los demás, que luchan por sus ideales sin pervertir sus principios, que quieren un país que no se disuelva cada 40 años.

A su alrededor, por encima de ellos, entre ellos pasan revoloteando truhanes con voz de barítono, trileros con cara de ángel, embaucadores con aspecto de persona seria y responsable. Tantas mentiras envueltas en papel de seda, en pompas de jabón, en globos de deseos de un mundo mejor.  Yo busco ideas que me representen, no hombres ni mujeres concretos, porque los seres humanos siempre cometen equivocaciones, no son puros, no son infalibles, tienen defectos y virtudes, claros y oscuros, como tú y como yo son imperfectos. Y aun así, a pesar de la escasa o nula fe en estos prohombres de cartón piedra, sigo creyendo en un idea de país, en conquistar un futuro que dejar a los que vengan detrás de mí.

 

La cruda realidad

El oculto Dorian Grey

El oculto Dorian Grey

En algunos momentos, nos salta la realidad a la cara sin afeites, sin maquillaje que oculte los desperfectos de ese rostro cubierto de manchas oscuras, de ojeras azuladas cultivadas a lo largo de años de engañarse a uno mismo, de pliegues y arrugas que conforman el paso de los años y de las ilusiones. Siempre confiamos en que nadie vea al verdadero Dorian Grey, ese que nos empeñamos en cubrir con gruesas telas y que guardamos bajo llave en una habitación oculta a los demás.

Y no sólo se oculta la juventud; hoy nuestros Dorian Grey nacionales viajan a China para para no tener que hablar ni siquiera por pantallas de plasma (¡y aún así se equivocan al nombrar a un Jefe de Estado!), tratan de explicar lo inexplicable en un Parlamento autonómico amordazado por un sueño guiado paso por paso por iluminados enredadores  de la historia, se alzan como la voz del pueblo, de la clase media, de los trabajadores, de los defensores de la vida, de los jóvenes…

Pero mi voz sigue rota, de mi garganta no salen sonidos para jalear a ningún mesías, veo a mi alrededor injusticias que tratan de ser acalladas con carnaza a todas horas, para evitar que las voces silenciosas  no pensemos, no hablemos; para que deleitemos nuestra vista y nuestros oídos con jóvenes y apuestos Dorian Grey, que guardan sus verdaderos y horrendos retratos en un oscuro y escondido cuarto, lejos de nuestras miradas.

Pío, pío, que yo no he sido

Imagen

Imagen de Lee Cofa

Parece que Bárcenas está jugando al «Pío, pío» con el PP a través de los medios de comunicación. Tras las informaciones de «El Mundo» sobre los sobresueldos, la información publicada por «El País» sobre unos apuntes de la caja mágica, colocan al PP en una delicada situación de la que solo podrá salir diciendo la verdad.

¿Nos merecemos los políticos que tenemos? La demonización de los políticos no conduce a ningún sitio, pero si los honestos no expulsan a todos los que están ahí para medrar económicamente, la sociedad perderá la poca fe que le queda en los que se supone son sus representantes.

El lamentable espectáculo que dieron en el Congreso de los Diputados el PP y PSOE, el pasado 30 de enero, en la primera sesión de control al Gobierno de este año, en la que, más que buscar soluciones, se dedicaron a decirse «y tú más» en todo lo referente a la corrupción, me da que pensar que todos van a intentar tapar las vergüenzas de los demás, para no tener que enseñar las propias.

Como decía Mafalda: ¿por dónde hay que empujar este país para llevarlo adelante?. De momento, el ventilador se ha puesto en marcha, lo que hace falta es que se lleve de una vez toda la porquería que hay en el aire.