Escapada al mar

Ahora, que el sol se ha puesto y el horizonte se desdibuja, se pierde entre cifras de contagios, hospitalizaciones y muertes, entre políticos ciegos, torpes y cobardes, cierro los ojos y me desvanezco en el mar.

Escapada al mar

Tiembla el mar bajo mis pies, escondiéndolos entre espuma juguetona. Me adentro en su espacio, dejándome llevar por su ritmo secuencial, metódico. Allí, cuando la tierra parece sólo un reflejo, me siento en paz con todo, incluso conmigo misma.

Ya no hay dudas, ni mentiras, ni amenazas, sólo el sonido del mar en mi cabeza, sólo su murmullo acunando mi cuerpo, y el viento jugando a tocarme sin rozar siquiera mis pestañas.

Únicamente allí, sin más distracciones que mi pequeñez en su inmensidad, soy consciente de quien soy.

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