Las dudas se tejen como las telarañas, con un hilo invisible que va trenzando una red en la que uno queda atrapado sin saber cómo o por qué. Las dudas, que corrompen la confianza de los mercados en las posibilidades de la recuperación económica española, están llevando al Gobierno a establecer medidas que tal vez generen confianza en los mercados, pero también entrañan nuevas dudas.
Hoy me han venido a la memoria estos versos de Martin Niemöeller, pastor protestante alemán y un abierto opositor al régimen de Hitler, ante las informaciones publicadas en relación con el Real Decreto ley 16/2012 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones.
Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie a quien decir nada…
Suprimir recursos a los que no tienen ninguno es lo más fácil, lo más cómodo. De vez en cuando, los que detentan el poder -económico o político- deberían releer la Declaración Universal de los Derechos Humanos, porque no podemos perder esa brújula a la hora de establecer las relaciones entre los seres humanos, la forma de entender el futuro de nuestra sociedad.