No me robaréis el mes de abril

No se me va de la cabeza la canción de Sabina “Quién me ha robado el mes de abril” ante la convocatoria de las nuevas elecciones, en las que seguro que no nos toca el premio gordo del 11/11, porque ya se han ocupado sus señorías en nuestro Parlamento de quitarlo del bombo con su nefasta gestión de los votos que los españoles les otorgamos el pasado mes de abril.

Con su corta mirada, los partidos políticos creen que los votantes sólo nos vamos a dejar llevar por los sentimientos; sin embargo, quiero señalar que los españoles somos capaces de pensar, individual y colectivamente. Estoy harta de “argumentarios” idénticos -sin cambiar una coma, una metáfora, una hipérbole-, repetidos hasta la saciedad por portavoces distintos, pero mimetizados por obra y gracia de los asesores de comunicación -o propaganda-; de frases machaconas y gruesas contra los demás, de asaetear mi pequeña o gran individualidad con su infinita incapacidad.

Sin embargo, iré a votar el próximo 10 de noviembre porque ellos no van a quitarme mi derecho a decidir hacia dónde quiero que vaya mi país. No van a robarme mi mes de abril por mucho que lo intenten, porque mi determinación es más fuerte que su ineptitud, porque a pesar de la mediocridad que me llega a través de los medios, sé que en las filas de todos los partidos que se presentan a estas elecciones hay grandes profesionales, hay personas que creen en las ideas que transmiten, hay valientes que se lanzan a la arena política, no para ganar poder, fama o dinero, sino para procurar un bien común.

El no ir a votar es una opción tan válida como la de ir a votar, pero cada vez que tengo tentaciones de ese tipo, me acuerdo de todas las personas que han luchado para pudiéramos tener la oportunidad de expresar nuestra opinión en las urnas.

Espero que éstas próximas elecciones nos permitan a los españoles mirar hacia el futuro, pero no hacia un futuro de dentro de unos meses, sino que lo que pase estas nuevas elecciones nos permita sentar las bases de lo que será mi país dentro de 50 años. Ya llegamos tarde al futuro, ¿nos van a retrasar más?

Llegamos tarde al futuro